Esta quinta situada en el distrito de Salamanca fue una de las primeras en construirse al este de Madrid, en los alrededores de la carretera de Alcalá. Propiedad primero de la Casa Real, a partir de l siglo XIX se convirtió en parque de recreo de la burguesía. El agua de su fuente fue muy alabada por los madrileños.
Hay un parque en la ciudad de Madrid que está lleno de historia, ¡y es una gozada para pasear por él! Hablamos del parque de la Quinta de la Fuente del Berro, situado muy cerca de la M30 y el conocido “Pirulí” de Torrespaña, por la calle Sáinz de Baranda, hasta la calle de Alcalá y el puente de Ventas.
Madrid es una ciudad que cuenta con numerosos espacios verdes: La Dehesa de la Villa, el Parque del Oeste, la Quinta de los Molinos, el cerro del Tío Pío (también conocido como “Parque de las Tetas”) o El Retiro son algunos de los muchos que podemos encontrar repartidos por los diferentes distritos y barrios de la capital. El parque de la Quinta de la Fuente del Berro es otro pequeño rincón verde, que hoy día sirve de espacio de esparcimiento a todos los vecinos y vecinas de la zona.
El Arroyo del Abroñigal
El parque fue construido a mediados del siglo XVII en los terrenos de la Quinta de Miraflores, propiedad del Duque de Frías, que posteriormente compró el rey Felipe IV para hacer uno de los “reales sitios” pertenecientes a la corona, aunque con posterioridad fue cedida a unos monjes benedictinos. El arroyo del Abroñigal bañaba la finca y era un lugar de gran abundancia y calidad de las aguas, y por ello se plantaron numerosos árboles frutales, jardines y huertos.
Un dato curioso: El arroyo del Abroñigal, afluente del río Manzanares, fue soterrado durante los años 70 cuando se planteó la construcción de la M30 y su nudo sur, pero hasta entonces, sus aguas fluían libremente por la zona. Tanta importancia tenía este arroyo, que la Corona conservó el derecho de utilización de esas aguas, que eran transportadas a palacio a lomos de burros, y desde tiempos de Mariana de Austria, el agua de la Fuente del Berro fue considerada por la monarquía española como una de las mejores aguas de Madrid.
La finca pasó por diferentes usos y propietarios, llegando a ser incluso los “Campos Elíseos madrileños” a finales del siglo XIX. Finalmente en 1948 fue adquirida por el Ayuntamiento de Madrid, y con las reformas por el trazado de la M30 en los años 70 su superficie se fue reduciendo hasta las 7,4 hectáreas que tiene en la actualidad.
Árboles y monumentos especiales
Como buenos especialistas en jardines y parques, desde AVANT Servicios os animamos a conocer este rincón verde de Madrid. Se accede al mismo por la calle Enrique D’Almonte, con una entrada flanqueada por dos torres que abren la tapia de ladrillo, podemos encontrar un antiguo palacete cerca de la puerta. En su interior, aparte de numerosos monumentos a personalidades como G.A. Bécquer, al escritor ruso Pushkin, fuentes, estanques y pequeñas cascadas, podemos encontrar una variedad muy interesante de árboles singulares, destacando entre todo ellos dos cedros (del Atlas y del Líbano), un ciprés, un ginkgo biloba, un olmo de Siberia, Secuoias, un enebro de Siria, etc.
Os damos una pista: El Cedro del Atlas tiene una altura de unos 27 metros y se encuentra situado junto a la fuente que da nombre al parque, en la parte alta del mismo. ¡Ah! y las características hojas del Gingkgo Biloba se vuelven de un color amarillo brillante en otoño ¿Os atrevéis a buscarlos?
© Fotografías: varios autores
En AVANT Servicios no solo somos expertos en el mantenimiento de su edificio y el mejor servicio de cuidado de su jardín, sino que queremos invitaros a que conozcáis los espacios naturales que tiene la ciudad de Madrid, para que podáis disfrutarlos en todo su esplendor. Somos expertos jardineros que nos encanta compartir con vosotros nuestro amor por las plantas y jardines. No os perdáis en nuestra web los post con información sobre el Arce Japonés, el Granado, el Almendro o sobre los parques y jardines de Madrid.
