La primera imagen que se lleva alguien de un edificio y de las empresas que trabajan en él, es la de la persona que trabaja en la recepción, la que recibe a quien entra y sale. Y de eso Arancha Fernández sabe mucho. Ella es esa sonrisa que saluda dando los buenos días o despide con un “hasta luego” detrás de su mostrador a todo el que entra o sale del edificio de Fiteni IX en Alcobendas, pero también la que soluciona cualquier problema que pueda surgir. Desde hace más de una década atiende cada día a quienes van a trabajar diariamente a estas oficinas, pero también a las visitas, al repartidor de turno o a los usuarios del parking público que está en el sótano.
“Mi trabajo consiste en atender a los inquilinos, atender visitas, resolver dudas, la atención a los clientes del parking…estoy aquí de lunes a viernes de 7 a 15h”, confirma sonriente. Arancha estudió para recepcionista de hoteles, pero después de una breve etapa como emprendedora le surgió la oportunidad de sumarse al equipo de AVANT Servicios y el próximo mes de noviembre hará 15 años que está trabajando como recepcionista de este edificio de oficinas de grandes paredes de cristal. Cada día viene desde Madrid, y cuando termina su turno le releva otro compañero, porque el edificio está abierto 24 horas. Reconoce que el trabajo en general es tranquilo, (“basta que diga esto para que de pronto me toque un pico de trabajo”, confiesa riendo), que lo que más tiempo le supone a lo largo del día es la atención del parking público.
Esta mañana no para de entrar y salir gente de las empresas, han venido los técnicos del ascensor a reparar una avería, un repartidor trayendo varios paquetes y avisos de entrega, visitas comerciales que no saben a qué planta tienen que ir, un grupo que baja a la terraza de la cafetería a almorzar, otros a fumar a la calle, los usuarios del parking… la puerta giratoria no para quieta ni un momento: Arancha es la que resuelve dudas, facilita información y atiende a todo el que entra, y hoy es un día normal de trabajo. Tras su mostrador, responde pacientemente las preguntas y da las indicaciones necesarias. Parece un trabajo cómodo, pero lo cierto es que, si ella faltara, sería el caos.