Los trabajos en altura siempre han sido algo bastante delicado debido a la gravedad de los accidentes que se pueden producir cuando se están ejecutando. Por este motivo, debemos tener en cuenta una serie de medidas preventivas que eviten las consecuencias de dichos accidentes.
El trabajo en altura y sus peligros
Este tipo de tareas son las que se realizan a una altura superior a los 2 metros. En este sector se incluyen los trabajos realizados en andamios, en cubiertas, sobre escaleras, en postes eléctricos, farolas, etc…
Lo primero que tienes que hacer es identificar el riesgo de caída. Evidentemente, si el trabajo que realizas se hace a una altura no peligrosa, como cambiar una bombilla de una lámpara instalada en un techo bajo o limpiar una ventana de un bajo, estas medidas no son para ti. Solo se aplican en el caso de que el trabajo se realice a una altura de 2 metros o más.
Lo segundo sería el control de riesgo y aquí entramos en materia. Siempre que sea posible debes evitar trabajar en altura. Con esto queremos decir que los edificios o máquinas deben diseñarse para evitar este tipo de trabajos. Cuando esta posibilidad no tenga cabida, las medidas a tomar deben estar encaminadas a reducir el riesgo de caídas. Para esto, se adoptan medidas de protección colectiva, usando plataformas elevadoras, andamios, se pueden instalar barandillas, etc…
Normas generales
Existen una serie de normas que definen el tipo de equipo de trabajo que se debe utilizar para cada caso. Estas vienen englobadas en el Real Decreto 2177/2004.
La elección del tipo de instrumento para trabajar en alturas más conveniente debe basarse en 3 características del trabajo, la frecuencia de circulación de los peatones y vehículos por la zona de trabajo, en la altura a la que se deban subir los operarios que realicen el mismo y en la duración que vaya a tener el trabajo de altura.
No obstante, hay una premisa que se debe cumplir se use el equipo que se use. En caso de accidente, el equipo debe permitir la salida de emergencia del personal que se encuentre trabajando y los peatones que se encuentren por la zona de trabajo.
Debes cerciorarte de que las medidas de seguridad son las adecuadas y poner las medidas de protección colectivas por delante de las medidas de protección individuales. Además, y esto es muy importante, no elijas las medidas de seguridad bajo criterios económicos, puesto que en caso de accidente, todo te costará mucho más caro.
Existen 2 tipos de instrumentos que se pueden utilizar para trabajar en alturas y son los siguientes:
– Escaleras de mano. Los riesgos de estas son: caídas a distinto nivel, golpes por caída de objetos, atrapamiento y peligro por contactos eléctricos. Las medidas preventivas con este equipo son revisar el buen estado de uniones y peldaños y sobre todo, la colocación correcta de la escalera en su base y apoyo.
– Andamios. Los riesgos son: caídas a distinto nivel, derrumbe de la estructura, golpes por caída de objetos y contactos eléctricos directos o indirectos. Las principales medidas preventivas son el correcto apoyo y nivelado del andamiaje, tanto en la base como en cada uno de sus niveles, así como la utilización de arnés a partir del segundo nivel.
Dentro del andamiaje, este puede ser de distinto tipo, suspendido desde arriba para construcciones muy grandes o apoyado en el suelo para edificios de menor altura. El último tipo es el más común.
Los trabajos en altura son muy peligrosos si no se toman con la suficiente precaución y pueden convertirse en tu pesadilla en caso de accidente, por ello es mejor prevenir que cuidar.
