Quien tiene un amigo tiene un tesoro, y quien tiene un amigo con piscina…. ¡en verano será el lugar más codiciado por todos!
Con las altas temperaturas, las piscinas se han convertido en los mejores lugares para refrescarse y desconectar. Si hace poco os hablábamos de la normativa para este verano de las piscinas comunitarias en Madrid y os compartíamos 10 consejos fundamentales para el buen mantenimiento de una piscina, hoy vamos a profundizar en uno de los problemas más frecuentes.
En mi piscina se ha puesto el agua verde, ¿qué puedo hacer?
Esta es una de las preguntas más frecuentes que reciben nuestro equipo de profesionales. En muchas ocasiones se debe a una proliferación de algas, pero también puede ser debido a que el agua ha entrado en contacto con cobre (por ejemplo, un objeto de este metal que haya caído al agua), porque tengas que cambiar las arenas del filtro o por la presencia de polen de determinadas plantas.
Lo fundamental es saber cuál es la causa, aunque como decimos, la más frecuente es la proliferación de algas que, con las altas temperaturas, pueden transformar un agua transparente en apenas un día a un color verdoso y turbio.
¿Cómo actuar en estos casos?
Para saber la causa, lo mejor es hacerte con un kit de análisis del agua, que te sirva para medir el pH, la alcalinidad, el calcio o la presencia de cobre. De todas formas, si es algo recurrente, probablemente sea siempre la misma causa, así que podrás ahorrarte este paso e ir directamente a la solución específica.
En primer lugar, pasa el robot limpiador por el fondo y las paredes de tu piscina para eliminar las impurezas y algas que estén adheridas. Es posible que tengas que ayudarte con un cepillo de cerdas gruesas para frotar las paredes.
Una vez hecho este paso, regula la alcalinidad y el pH del agua. A continuación, toca hacer un tratamiento de choque con cloro. Para que sea efectivo, debes comprar un producto que tenga una concentración de cloro activo superior al 70%. El cloro matará todas las algas.
Ahora toca poner el filtro en marcha, con un programa de limpieza que te ayude a eliminarlas. En función del tamaño de la piscina y la cantidad de algas que tuvieras, lo mismo tienes que repetir el filtrado durante un par de días.
Por último, vuelve a medir el pH y la alcalinidad del agua. El pH ideal tiene que encontrarse entre 7,2 y 7,4, y la alcalinidad alrededor de 100 ppm.
¡Y a disfrutar de tu piscina!
Mantenimiento específico
¡Ah! No te olvides que para mantener el agua cristalina, hace falta un mantenimiento específico. Controla regularmente si la cantidad de cloro es suficiente, mide el pH y la alcalinidad, limpia la superficie y el fondo para evitar que se acumulen hojas o insectos, y limpia diariamente los skimmers.
Por último, recuerda: el mantenimiento de una piscina depende mucho de su localización (¿en qué zona se encuentra? ¿tiene árboles o vegetación cerca?), su orientación (¿dónde sopla normalmente el viento? ¿hay zonas de sombra?), el uso que tenga (¿es una piscina comunitaria o privada?) y otro montón de factores como el tipo de depuradora y agua que utiliza, si está o no climatizada, si está cubierta… ante la duda, nuestra recomendación es que confíes el mantenimiento y cuidado de tu piscina a una empresa profesional. ¡Así podrás dedicarte a descansar y disfrutar de un refrescante baño sin preocupaciones!
Si quieres hacernos cualquier consulta o pedirnos presupuesto sin compromiso, ponte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte!
