Hay una fruta redonda y de un llamativo color naranja que en los meses a finales de año llena las estanterías de los supermercados y fruterías, y que además, tiene un montón de propiedades saludables. Hablamos del caqui, una fruta originaria de Asia pero que hace ya muchos años que forma parte de nuestra gastronomía durante los meses de otoño.
El caqui o kaki (Diospyros kaki) es un árbol cuyo cultivo se remonta al siglo VIII a la zona este del continente asiático, principalmente en Japón y China (el término kaki procede del japonés) y no llega hasta España hasta finales del siglo XIX. Sin embargo, tuvo tan buena acogida en nuestro país, que actualmente somos los segundos productores mundiales de caquis, solo por detrás de China. Su cultivo en España tiene su origen hacia 1960 y se produce sobre todo en la zona del sureste de la Península Ibérica, en las zonas de las riberas del Júcar y del Segura, en la Comunidad Valenciana, con una producción anual de más de 49.000 toneladas, según datos de la FAO de 2018.
El caqui es el fruto de un pequeño árbol de hoja caduca y copa redondeada del género Diospyros. Cuando comienza a crecer el fruto maduro se asemeja a un tomate, con un color naranja intenso, con una carne gelatinosa y muy dulce de sabor aunque con un punto áspero. Hay distintas variedades de caquis, aunque las más comunes son el caqui clásico, de pulpa blanda que se come con cuchara porque se deshace, y el persimon, que es de pulpa más dura y hay que pelarlo. Ambas se consumen como fruta, aunque también se pueden comer en ensaladas mezclados con diferentes verduras, quesos o embutidos porque su sabor marida bien con otros alimentos.
A nivel nutricional, junto con la granada, el caqui es la fruta estrella del otoño. Destacamos su aporte en provitamina A o betacaroteno, que le confiere al caqui su color naranja intenso característico, la vitamina C y el potasio. También en menor cantidad tiene vitamina B6, K y vitamina E. El caqui tiene un gran aporte en hidratos de carbono, sobre todo en fructosa y glucosa, lo que le da un gran valor energético, y sus fibras solubles son muy útiles para regular el tránsito intestinal.
Como curiosidad, el árbol del caqui es apreciado como planta ornamental, y quien pasee por el Real Jardín Botánico de Madrid, puede encontrar un árbol de caquis en la Terraza del Plano de la Flor. Aunque como hemos dicho, es en la comunidad valenciana donde más árboles de caquis se encuentran, llegando a ocupar numerosas hectáreas dedicadas a su cultivo sobre todo en el municipio de Carlet.
¿Los habéis probado? ¿Qué os parecen los caquis? ¡Desde el equipo de jardinería de Avant Servicios estamos deseando saber vuestra opinión!