Que llegue el otoño y bajen las temperaturas no quiere decir que no haya flores en esta estación. Si te fijas con atención en los balcones y terrazas o cuando pasees por una zona ajardinada, seguro que encuentras una planta que está en todo su esplendor y llena de flores: el ciclamen.
El ciclamen (Cyclamen) también es conocido como artanita, violeta de Persia, ombligo de tierra, pamporcino o pan de puerco. Es una planta que vamos a ver frecuentemente en muchos viveros y jardines de toda la zona mediterránea, pudiendo crecer también en la naturaleza. Si se dan las condiciones adecuadas, puede florecer a lo largo de todo el año, y sus flores pueden variar en colores: desde blancas a moradas, rosadas, rojas o violetas, generalmente.
Al igual que las camelias o el heléboro o rosa de invierno, el ciclamen es una planta que asociamos generalmente con el frío, porque tolera muy bien las bajas temperaturas, llegando incluso a florecer en zonas cubiertas por la nieve. Sin embargo, con el calor pierde las hojas y entra en una fase de aletargamiento, pudiendo llegar a secarse. El ciclamen puede cultivarse en exterior e interior, y es una planta relativamente fácil, que no requiere grandes cuidados. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos aspectos fundamentales para que crezca adecuadamente. Nuestro equipo de jardinería te da las claves necesarias para que tu ciclamen esté precioso durante todo el año. ¡Apunta!
Cuidados básicos de tu ciclamen
El ciclamen es una planta que necesita luz, pero evitaremos que esta sea directa. Una zona de semisombra es el lugar idóneo. Si lo tenemos dentro de casa, su lugar será una habitación luminosa pero orientada al norte. Hay que prestar atención y alejarlo de fuentes de calor o frío directas (una estufa, el aparato de aire acondicionado, zona de corrientes, etc.)
Otro aspecto importante es el riego. Un exceso de agua puede matar la planta rápidamente. Lo ideal es que el sustrato esté siempre húmedo, pero nunca encharcado. Una buena tierra o sustrato que permita que el agua se filtre será perfecto. También es importante darle espacio al ciclamen, no plantarlos muy juntos unos de otros o trasplantarlos a una maceta más grande si vemos que están muy apretadas entre sí. En este caso, esperaremos a que termine la floración.
Por último, se puede abonar o utilizar fertilizante, pero solo en el caso de que decaiga en la floración o veamos la planta mustia y apagada. ¡Un exceso de fertilizante también puede ser perjudicial!
Curiosidades del ciclamen
A pesar de ser muy frecuente en nuestras casas, ¿sabías que el ciclamen es una planta tóxica para las personas y las mascotas? Por eso, es importante prestar especial atención si hay bebés, niños pequeños o animales cerca. Esto se debe a que en su raíz o tubérculo contiene ciclamina, una sustancia altamente venenosa.
Sin embargo, esta sustancia es totalmente inocua para los cerdos, que además consideran al ciclamen como un manjar y les encanta alimentarse de ellos. Por ello, uno de los nombres con los que es conocido el ciclamen es “pan de puerco”.

